ENTREVISTA EL DIARIO(21/11/12) La increíble
reinserción del Paraná Rowing en el contexto nacional
“Queremos al deporte y al club”. Ese es el motor que los impulsa.
Décadas atrás eran los protagonistas de las regatas en las que
participaba el Paraná Rowing Club (PRC). Ahora son sus dirigentes y también
interpretan la historia que reflota los capítulos más gloriosos de la
institución para convertirse en un presente que ilusiona.
Habían dejado la actividad por distintos motivos, pero su espíritu
remero se mantenía vivo. Por eso, ante el menor indicio de reactivación no
dudaron en volver; para remarla dentro y fuera de los botes.
En solo un año, desarrollaron una estrategia que devolvió al
Paraná Rowing al sitial que supo tener: en el primer nivel del remo argentino.
Con buena participación en las fechas oficiales y proyectos de sustentabilidad.
En la previa al Campeonato Argentino, a disputarse este fin de
semana en la pista nacional de Tigre, Mirko Otalora, presidente de la
Subcomisión de Remo del PRC; Jorge Romero, vocal de la misma, y Leopoldo
Markowsky, instructor de la Escuela de Remo, hicieron un balance de gestión y
compartieron sus sueños con EL DIARIO.
BIEN ENFOCADOS. “Tenemos la expectativa de sacar campeón algún bote. Pero no es
lo más importante, sino haber conseguido en este tiempo la reinserción del club
en el ambiente nacional”, inició la charla Jorge Romero, ansioso por la
cercanía del gran objetivo deportivo del año.
Valorando la responsabilidad con la que se entrenaron las
tripulaciones que viajarán al Delta bonaerense, el activo dirigente destacó el
respeto ganado en tan corto lapso: “Logramos tener delegados en la Asociación
Argentina de Remeros Aficionados (Aara) y en la Comisión de Regatas
Internacionales del Litoral (Cril). Por si fuera poco, de obtener el puntaje
que los califique, tres árbitros del club intervendrán en el Argentino”.
La apuesta a futuro no cesa y por eso la semana próxima dos entrenadores
Albicelestes participarán del curso de entrenadores, dictado desde la Aara.
MEJOR ESTRUCTURADOS. A su turno, Mirko Otalora no dudó que la feliz realidad es fruto
“de un plan de trabajo elaborado el año pasado, con el grupo original y de ex
remeros que se fueron sumando”.
“Gracias a ese trabajo, empezamos a reequipar la flota
competitiva. Así, tras un bote single adquirido el año pasado, estamos
recibiendo dos Apolo para la Escuela y desde Tigre regresaremos con un
cuádruple, más un single que adquirió un remero Master y lo prestará para que
lo utilicen los integrantes del plantel”, enumeró.
“Además, a fines de mes o principios del siguiente llegarán dos
botes adquiridos desde la comisión directiva, que serán utilizados por la
Escuela de Remo y los socios”, agregó.
EL PRIMER LADRILLO. Otalora estuvo 20 años sin remar y cuando la organización
laboral se lo permitió volvió a hacerlo. Lo invitaron a sumarse a la
subcomisión de remo, pero se vio superado por tanto trabajo por hacer, así que
empezó a convocar a ex remeros.
“Fue el ladrillo inicial de una construcción; la rueda empezó a
marchar y hoy es un camión que no se puede detener”, contó, en sucesión de
metáforas.
El titular de la subcomisión, también remero, no duda en que la
explicación para tantos logros es “querer al deporte y al club”.
DESAFÍOS. La próxima meta del remo de la institución de la Costanera es
comprar el bote de ocho, “la insignia de todo club de remo, que hace 30 años no
tiene el Paraná Rowing”, según recordó Otalora.
Y en lo deportivo: “Queremos estar entre los equipos de punta,
pero en el remo ser competitivo significa tener conciencia de que son 25 los
clubes de primer nivel del país”.
Había motivos para continuar la charla, pero el tiempo obligó a
cerrarla. Sin embargo, antes de la despedida, una sorpresa posibilitó extender
el encuentro: la llegada de las dos embarcaciones Apolo.
Con ellas, la Escuela de Remo podrá brindar un gran servicio en la
temporada estival y el semillero Albiceleste continuará creciendo.
Apuesta sustentable
La puesta en marcha de la Escuela de Remo es una apuesta clave
para lograr que el crecimiento de la actividad en el Paraná Rowing Club (PRC)
se extienda en el tiempo.
Así, al plantel de unos 25 remeros en las categorías competitivas,
hay que contar a otros 15 que aún están en la fase de aprendizaje y pronto
pedirán cancha.
Leopoldo Markowsky prepara en la instrucción a los noveles remeros
que luego perfeccionará el experimentado Ángel Cottonaro. Para él, no hay
demasiados misterios y, sin muchas herramientas, saca lo mejor de cada
postulante.
“Todo el que quiera serlo debe aprender a remar. Para ello,
tenemos dos remoergómetros (simuladores de remo), con los cuales se aprende la
parte mecánica de la remada, a aplicar la fuerza. Luego, viene la parte
técnica, ya en el río, y una vez que sabe remar, se le da un plan de
entrenamiento”, explicó.
Polo señaló que instruye actualmente a un grupo “interesante, por
la heterogeneidad de las edades”, el cual genera actividades extra que redundan
en su consolidación.
Como novedad, se incorporó un gran número de mujeres, “que casi
iguala al de varones”, ejemplificó. Con ellos y los que se sumarán, funcionará
la Escuela en la temporada estival, que se dividirá en dos turnos.
Al invitar a la población –y a los socios– a sumarse, Markowsky
indicó que los interesados deben acercarse al salón de botes del PRC, en la
sede sita en avenida Costanera, entre las 15.30 y las 19.
“No es necesariamente que pretendan competir, ya que tiene mucho
auge la modalidad de paseo”, refirió sobre la regata que conjuga competencia y
diversión, y refuerza la inserción de la familia en el remo.
Por último, los referentes de la actividad quedaron a disposición
de los nadadores de aguas abiertas para acompañarlos en sus entrenamientos y
evitar accidentes, cada vez más frecuentes.
LUIS GÓMEZ
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